sábado, 21 de junio de 2014

El Madrid ha vuelto. ¿Para quedarse?

Iker Casillas levanta la Décima Copa de Europa del Real Madrid.  
Lisboa 24 de Mayo de 2014. Fuente: Marca.com

Minuto 93. 1-0 para el Atlético. El equipo de Simeone estaba a punto de tocar el cielo. A punto de hacer un doblete que jamás había conseguido y de hacerse con su primera Champions League. Era redondear una temporada imborrable para los colchoneros, quizá la mejor temporada de su historia. Pero enfrente no estaba cualquier equipo, estaba el Madrid. 

Los blancos nunca dan un partido por perdido. Son memorables sus remontadas , y muchas veces, la falta de juego la suple esa furia ganadora, esa lucha que siempre ha tenido el Madrid.

En este caso, aparte de ese empuje, de esas ganas de vencer, el Madrid era el único que ponía el juego en el estadio de La luz de Lisboa. Porque antes de ese minuto 93, el Atlético había hecho muy poco para vencer el partido, más por mérito madridista que por demérito de los colchoneros.

El Atlético había marcado en la única ocasión que tuvo en el partido, merced a un clamoroso error de Casillas. Y el Madrid en la segunda mitad planteó un acoso a la portería de Courtois, que hacia presagiar un empate justo de los de Ancelotti. Pero la pelota no quiso entrar en las muchas ocasiones de los blancos. No hubiese sido la primera ni la última vez que un equipo que había merecido la victoria perdiese, porque así es el fútbol, no siempre es justo con el que más lo merece.

Pero si una virtud tiene el Madrid es que no da un partido por perdido jamás. Y entonces se produjo el milagro para los madridistas y la pesadilla para los atléticos. El corner que botaba Modric, y aparecía Ramos, que se alzó sobre todos los defensas atléticos y obró el milagro. La explosión de júbilo de los madridistas fue apoteósica. Lo habían visto todo perdido, y ahora se veían ganadores, aunque solo significase el empate.

La prórroga se presentaba emocionante, pero el mazazo del gol de Ramos para los atléticos fue las estocada. Eso, las escasas fuerzas y el estado físico de los rojiblancos, que habían hecho un esfuerzo sobrehumano en los 95 minutos del tiempo reglamentario, para aguantar las embestidas de los blancos.

Lo que vino después fue casi un monólogo del Madrid, tanto que el resultado fue muy abultado al final del partido, 4-1, quizá más de lo que merecía la lucha del Atlético, que había rozado con sus manos la gloria.

El Madrid gana su Décima Copa de Europa. Marca.com

La alegría madridista se desbordó. Por fin ganó su ansiada Décima Copa de Europa. Eso que se había convertido en una obsesión desde que en 2002 vencía por última vez. Después de aquella victoria de 2002, aquel mítico equipo se fue diluyendo poco a poco, mientras crecía otra leyenda que escribía su eterno rival, el Barcelona. Los blaugranas consiguieron construir un equipo que pasará a la historia y que se convirtió en el club hegemónico, a nivel nacional e internacional. Mientras el Madrid sufría fracaso tras fracaso, y la moral de sus aficionados disminuía al ver a su equipo incapaz de hacerle sombra al Barcelona.

En aquellos años desérticos, el Madrid intentaba sin éxito alcanzar la final de la Champions. Entonces apareció Mourinho. Bueno él, y los millonarios fichajes de Florentino Pérez. Su primera temporada consiguió ganarle una final al Barcelona, la Copa del rey de 2010-2011. Y alcanzó las semifinales de Champions aunque cayó derrotado ante el Barcelona, con polémica incluída. La final se resistía.
Al año siguiente, el Madrid le ganaba la Liga al Barcelona, pero en Champions volvía a perder en semifinales ante el Bayern. Y en la temporada de su adiós, la 2012-2013, Mourinho logró de nuevo llevar al Madrid a semifinales pero caía derrotado contra el Borussia de Dortmund.

El sueño de la Décima se volvía a esfumar. Pero el mérito del entrenador portugués fue devolverle la ilusión a los aficionados, plantarle cara a los azulgranas, enfrentarse a ellos de tú a tú, sin complejos, sin temores. Dio el primer paso para lo que vendría después. Pero la Champions se le resistía al Madrid. Ese título que está en el ADN blanco como bien dice su presidente. La historia del Real Madrid y su grandeza como club va de la mano de este título que fue creado precisamente a iniciativa del club merengue y del periódico francés L´equipe.

Con este título de Campeón europeo el Real Madrid ha vuelto. Este año ha sido fabuloso. Campeón de la Copa del Rey y Campeón de Europa por décima vez. El club que más entorchados europeos tiene. El equipo blanco vuelve a posicionarse entre los equipos referencia a nivel mundial. Vuelve a ser el conjunto temible que fue durante tantos años de su historia. Ahora toca mantenerse. Que esto que se ha conseguido no sea una anécdota. Que el equipo que se ha formado alrededor de Carlo Ancelotti se mantenga y mantenga esa esencia y esas ganas de vencer, esas ganas de hacer que el Madrid vuelva a ser el equipo mas grande del mundo.

Ahora que el Madrid ha vuelto, hay que preguntarse ¿para quedarse?

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