viernes, 2 de mayo de 2014

Y apareció el Atleti




El fútbol español en los últimos años estaba convirtiéndose en un oligopolio. Los dos equipos más importantes del país, tanto económicamente como en número de aficionados, Real Madrid y Barcelona, parecían los únicos capaces de ganar títulos. Escenifican una rivalidad que va más allá de lo deportivo, también reflejan las tensiones políticas existentes entre las dos ciudades más importantes del país y su lucha por la hegemonía.

Las sangrantes diferencias presupuestarias entre estos dos equipos y los 18 restantes de la Liga es impresionante y se lo pone difícil a estos para poder disputarles cualquiera de las competiciones en la que están encuadrados.

Hace 10 años que un equipo que no sea Real Madrid o Barcelona gana una Liga, fue el Valencia en la temporada 2003-2004. En las últimas 5 Ligas estos dos equipos han ocupado siempre los dos primeros puestos del campeonato con una diferencia de puntos abismal.

Y es que esa diferencia también existe en el apartado presupuestario. Barcelona y Real Madrid pueden permitirse todos los años reforzarse con los mejores fichajes mundiales merced a unos ingresos que el resto de equipos no pueden alcanzar ni de lejos.
El Real Madrid tiene un presupuesto para esta temporada de 520 millones de euros y el F.C. Barcelona de 509 millones. El resto no tienen ni una quinta parte de estos montantes. El siguiente sería el Atlético de Madrid con 120 y después el Valencia con 90 millones. Esto explica las enormes dificultades del resto de equipos españoles para plantarle cara a los grandes.

Esto desvirtúa un poco la competición porque si algo les va mal a los dos grandes, sacan el talonario y subsanan sus miserias deportivas a golpe de cheque. Esto sin contar que el resto de equipos tienen verdaderos quebraderos de cabeza para mantener las plantillas de un año para otro, ya que los jugadores que destacan son fichados por cualquier club europeo del nivel económico de Madrid y Barcelona, o por estos mismos, ante la incapacidad de los clubes pequeños de retenerles ya que no pueden igualar los sueldos que aquellos les ofrecen.

Con este panorama, el resto de equipos deben conformarse con disputarse el tercer y cuarto puesto que da acceso a la Champions League y los puestos de Europa League, que pueden suponer un ingreso extra para clubes con una situación económica delicada.

Pero entonces llegó él, Diego Pablo Simeone, allá por diciembre de 2011, tras la destitución de Gregorio Manzano, por el pésimo inicio de temporada rojiblanco, el que fuera jugador colchonero llegaba al banquillo del Atlético de Madrid. Y cambió todo.

Esa temporada el Atlético ganaba la Europa League, y acababa en quinta posición. El mismo año 2012 el Atlético ganaba la Supercopa de Europa ganándole al todopoderoso Chelsea. En 2013 se plantaba en la final de la Copa del Rey y la ganaba 17 años después nada menos que al Real Madrid y concluía tercero en la Liga con lo que se clasificaba para disputar la Champions League 2013-2014.

A pesar de que seguía perdiendo a sus mejores jugadores, Agüero se marchó al City y Falcao al Paris Saint Germain, el equipo no se descomponía, sino que cada vez era más sólido, cada vez aparecían nuevos jugadores de los que "el Cholo" sabe sacar el máximo rendimiento.

Y en estas estamos. El pasado miércoles Simeone y su Atlético hicieron historia. Clasificó a su equipo para la final de la máxima competición europea. El Atlético eliminó al Chelsea de Mourinho y alcanzó la final de la Champions 40 años después, situándolo en el Olimpo futbolístico europeo. A esto hay que añadir que a falta de tres jornadas de Liga el Atlético es líder por encima de los dos "grandes". 10 años después un equipo que no sea Real Madrid o Barcelona puede ganar "la mejor Liga del mundo"

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Simeone ha revolucionado el fútbol español y europeo. Y lo ha hecho silenciosamente, sin levantar la voz, sin polémica ninguna, sin sacar pecho de su estilo, sino confiando en sus jugadores, trabajando duro, sacando de ellos el máximo compromiso con el equipo, confiando ciegamente en ellos. Y ellos han respondido. Jugadores como Koke, Arda Turan, Diego Costa, Mario Suárez, entre otros, están haciendo la mejor temporada de sus carreras.

Ya han hecho historia, independientemente de como termine la temporada. Han conseguido plantarle cara a los equipos más ricos del continente, demostrando que a pesar de lo difícil de la empresa, con corazón, con esfuerzo, con trabajo, se puede suplir una menor capacidad económica.

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