viernes, 16 de mayo de 2014

HAY MÁS OPCIONES



El bipartidismo es una enfermedad de la democracia, es más, es una anomalía de esta que la pervierte y la pone en riesgo. La democracia es el sistema de gobierno más justo que hemos conocido en la historia de la humanidad, pero sin unas herramientas que la gestionen e impidan su mal funcionamiento puede suceder que determinados grupos ideológicos, o determinadas élites se perpetúen en el poder y conviertan al sistema más en una plutocracia que en una democracia.

El término democracia viene del griego demos (pueblo), y cracia (poder), es decir el poder del pueblo, aunque en la mayoría de los casos ese poder del pueblo se traduce, únicamente, en poder elegir cada cuatro años los gobernantes de turno. Para un post futuro dejo el asunto de lo necesario de hacer democracias más participativas, que serían más democráticas, valga la redundancia.

Centrándonos en ese ejercicio, que aunque limitado es muy valioso, de poder votar cada cuatro años, debemos asumir nuestra responsabilidad de la situación que vive nuestro país y, si tenemos altura de miras, también Europa.

Desde que hay democracia en España siempre han gobernado los mismos. En los 35 años de democracia sólo han gobernado este santo país tres partidos, UCD, el Partido Socialista y el Partido Popular.Además en todas las elecciones se ha dado la situación que los dos partidos más votados le han sacado a los siguientes un número enorme de votos. Esto se denomina bipartidismo.

El bipartidismo no es algo exclusivo de España, de hecho la gran mayoría de las democracias mundiales tienen este problema. Pero hay voces favorables a este sistema, que sin embargo limita la democracia.

Barreiro (PP) cree que el fin del bipartidismo "no sería bueno para España ni para Europa". Diario 20 minutos

Los que lo defienden creen que es la mejor manera de lograr la estabilidad de un país.Sin embargo en España esta premisa, a pesar del bipartidismo, no se ha cumplido.
El bipartidismo en nuestro país y la ausencia de alternativas políticas a nivel nacional, ha conseguido en la historia de nuestra democracia dos situaciones anómalas que nos han situado en el momento que hoy vivimos:

1. Las mayorías absolutas: Se ha demostrado que cuando un partido gobierna con mayoría absoluta y, por tanto, no necesita acuerdos con otras formaciones para sacar adelante propuestas, suele tratar de ideologizar el Estado conforme a sus ideas. Esto ha provocado, por ejemplo, que en esos 35 años de democracia haya habido hasta 8 leyes educativas distintas. Cada partido que gobernaba la cambiaba y no siempre para mejorar la calidad de la enseñanza, sino para poner su sello particular a las mismas.

La educación en España: una reforma cada 5,3 años,Política. Expansión.com

¿Qué estabilidad es esta para un país?¿No era bueno el bipartidismo para esa supuesta estabilidad?

2. El chantaje nacionalista: Cuando los dos partidos mayoritarios no han obtenido mayorías absolutas, y ante la ausencia de otros partidos con visión nacional fuertes, estos han necesitado de los partidos nacionalistas para poder gobernar con holgura a cambio del chantaje de estos y de permitir que hagan de sus respectivas Comunidades autónomas su coto privado.

De nuevo, ¿qué estabilidad puede tener un país que debe ceder cada legislatura a las demandas cada vez más exageradas de los que no quieren permanecer en España?

El bipartidismo es favorecido principalmente por varios aspectos. Por un lado por la ausencia de la circunscripción única demandada por partidos como UPyD, Izquierda Unida o Ciudadanos. A más circunscripciones, más favorecidos salen las listas de los partidos más votados. Y luego, en nuestro país, sucede que en elecciones como las generales donde los votos de todos los ciudadanos deberían valer lo mismo fueran de donde fueran, resulta que, por ejemplo, se produce la anomalía de que en las últimas generales Izquierda Unida con 500 mil votos más que CIU tenga en el Congreso 5 escaños menos. No me parece justo.

Pero en el fondo de todo esto está nuestra responsabilidad. Somos culpables, en parte. Basta de mirar para otro lado. Ahora si que existen alternativas nacionales a las que quizá haya que dar una oportunidad.

Las últimas encuestas de cara a las elecciones europeas de este 25 de Mayo, aunque muestran un desgaste de los dos "grandes partidos" y por tanto del bipartidismo, muestran también que aún nos resistimos a apostar por formaciones, en algunos casos nuevas o de corto recorrido, que al menos propugnan un cambio de mentalidad de la clase política.

Barómetro preelectoral CIS

Estos nuevos partidos nacieron con la premisa de regenerar la política en España después de 35 años de democracia, democracia que ha ido torciéndose hasta la situación en la que ahora estamos. La corrupción, el desgaste de las instituciones, el inmovilismo, el ver siempre las mismas caras, han hecho necesario y muy sano el hecho de que nuevas formaciones emerjan para devolvernos la ilusión por este país.

Han surgido partidos de todas la ideologías dentro del espectro político. Partidos liberales como Vox, escisión del Partido popular, partidos de izquierda como Podemos, de ideología muy cercana a la de Izquierda Unida, y yo destacaría principalmente dos fenómenos de ámbito nacional, de ideología socialdemócrata que han subido espectacularmente y que quizá en pocos años sean partidos decisivos en la gobernabilidad de nuestro país. Estoy hablando de UPyD y Ciudadanos.

Autobús electoral de Upyd
Estos dos partidos principalmente han recogido el descontento de los ciudadanos con los que hasta ahora nos han gobernado, aunque no lo suficiente. No puede ser que con la que nos está cayendo los dos grandes partidos, según los sondeos, sigan teniendo el apoyo de más del 60% del electorado. No puede ser. 

Pero ya se las apañan PP y PSOE para ponerle trabas a estos partidos y mantenerse ellos en el poder como si España fuese su harén privado.

http://www.elperiodico.com/es/noticias/politica/felipe-gonzalez-apuesta-por-una-coalicion-gobierno-entre-psoe-pais-necesita-3270377

Albert Rivera, líder de Ciudadanos
Si a esto le añadimos la dificultad de los nuevos partidos de ser visibles, por la menor capacidad económica, y por el escaso acceso a los medios de comunicación masivos, pues esto puede explicar que a pesar de todo la gente siga votando a los que no han cumplido con nosotros.

Los medios sociales son la esperanza de que estos pequeños partidos dejen de serlo y lleguen a más y más gente. De hecho su crecimiento es espectacular en los últimos meses.

Dejémosles la oportunidad de demostrarnos que otro tipo de política es posible, asumamos que podemos cambiar las cosas pero esto pasa por participar cuando nos dan la oportunidad. Y sobre todo cuando te dirijas al colegio electoral piénsalo bien porque hay más opciones.



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