martes, 29 de julio de 2014

La Gran Estafa Catalana

Viñeta de Manel Fontdevila, 26/07/2014 Eldiario.es

La nación catalana está fundada sobre una gran mentira. En realidad sobre muchas grandes mentiras articuladas entre sí e inoculadas a la sociedad catalana que las ha interiorizado y gran parte de ella cree esas mentiras a pies juntillas.
En mis 30 años he tenido que escuchar en infinidad de ocasiones insultos y mentiras vertidas por los dirigentes nacionalistas, hacia España y hacia los españoles.

Estas mentiras no fueron, en mi opinión, debidamente contrarrestadas por los diferentes gobiernos del Estado, que dejaron crecer esa gran bola de mierda y de ira que los nacionalistas fabricaban y que fueron el germen de la situación que vivimos hoy en día.

Los diferentes gobiernos de España permitieron a esta casta de patriotas de pacotilla crear su propio coto privado a base de construir un discurso lleno de manipulaciones de todo tipo. Se inventaron una nación de la nada, inventándose una historia que no sucedió como ellos la cuentan, eliminando los muchos rasgos de españolidad de aquella región, haciéndoles creer a los catalanes que España es algo así como una invasora que saquea Cataluña y la maltrata.

Esa es otra de las grandes mentiras del nacionalismo. Cataluña ha sido siempre muy bien tratada por el Estado desde el punto de vista económico. Cierto es que la balanza fiscal le es desfavorable, hecho que debe corregirse, pero en este debate nunca se habla sobre los millones que el Estado ha invertido en Cataluña en siglos y siglos de existencia. ¿O quién pagó el puerto de Barcelona para que se convirtiera en el más próspero de Europa? ¿Quién pagó el aeropuerto del Prat para que fuera uno de los más importantes del mundo? ¿Quién invirtió millones y millones en la transformación de la ciudad de Barcelona de cara a los JJOO de 1992? Fue el Estado. Ese Estado al que insultan los malnacidos nacionalistas. Cataluña es la potencia económica que es gracias también a las inversiones del Estado.

Manipulan y agitan a unos ciudadanos sobre otros que lo único que queremos es convivir en paz como hasta ahora estábamos haciendo. Pero esta agitación puede volverse en su contra. La violencia en Cataluña ya ha hecho acto de aparición. Los no nacionalistas deben soportar la persecución y el estigma por no profesar el pensamiento del Régimen. Ese pensamiento único, al más puro estilo fascista que trata de homogeneizar a una sociedad que es plural. Atacan la sede de Ciutadans en Barcelona. Diciembre 2013

Y en medio de esta sinrazón, esa gran mentira que es la nación catalana salta por los aires. El padre de la patria catalana, el señor Jordi Pujol, que fue durante 23 años presidente de la Generalitat, declara que tiene dinero en paraísos fiscales. Dice que dinero de una herencia, aunque se sospecha que la procedencia del dinero es otra. Es fruto de sus chanchullos siendo el mandamás en Cataluña. Haciendo y deshaciendo a su antojo todo lo que sucedía en aquella región, con el beneplácito de los gobiernos de España que no hicieron nada para impedírselo. Jordi Pujol admite que evadió impuestos

Durante esos 23 años, aparte de saquear dinero público y llevárselo a paraísos fiscales, dinamitó el aprecio de los catalanes con el resto de españoles. Esta gentuza es la culpable del odio que despierta en Cataluña el simple nombre de España. Controlaron todo, desde los medios de comunicación, hasta las escuelas, para crear un ejército de catalanes dispuestos a todo para alcanzar la independencia. Vociferan "Desobediencia", sin la más mínima decencia, y sin la más mínima ética. La democracia es todo lo contrario a la desobediencia.

Estos sinvergüenzas son también los que crearon aquel eslogan de "España ens roba" (España nos roba). Pero el destino pone a cada uno en su sitio. No es España quién robaba a los catalanes, era su propio líder patriarcal, el Molt Honorable.

A falta de conocer todavía más detalles, es seguro que aquellos locos van a seguir adelante con su plan rupturista, a pesar de demostrarse que todo es una gran mentira, que todo forma parte de La Gran Estafa Catalana.

2 comentarios:

  1. Tu vives y mámas del bando que defiendes, te animo a empatizar.
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  2. La manipulación y el victimismo nacionalista son antológicos. Todos sabemos que el nacionalismo centrífugo, como el catalán, son nacionalismos modernos, creados por la burguesía cuyo único interés es ganar más dinero. O sea es un nacionalismo económico.
    ¿Qué ha ocurrido en Cataluña? Pues fruto del control de las instituciones por parte del nacionalismo, y a la pasividad de los sucesivos gobiernos centrales, aquellos manipularon la historia y la realidad para sus intereses, consiguiendo inocular a la sociedad catalana la falsa idea de que España les perjudica cuando es al revés. Si Cataluña es la potencia económica que es, es por las inversiones de años y años del Estado en Cataluña. También por los millones de españoles de otras regiones que fueron a Cataluña a contribuir a levantarla. Asi que manipulaciones las justas. Y victimismos a otros.

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